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El departamento vasco de Medio Ambiente y Política Territorial ha abierto una investigación para aclarar la emisión de polvo de coqueproducida el pasado fin de semana en la planta de Petronor en Muskiz. El vertido tuvo lugar a primera hora de la mañana del sábado, cuando el barrio de San Julián de Muskiz apareció cubierto por una capa de un polvo formado por carbón de petróleo y compuestos orgánicos volátiles.

Petronor ha desvelado que el material expulsado contenía benceno y tolueno, además de polvo de coque de petróleo. La empresa reitera que "el polvo depositado es inerte y la situación se normalizó en una hora". Es la primera vez que la refinería reconoce una emisión de este tipo.

Los técnicos de Medio Ambiente han analizado los datos de la estación de la Red de Vigilancia de Calidad de Aire ubicada en San Julián. El análisis ha concluido que, a pesar de la emisión de polvo en el entorno que ha ocasionado molestias al vecindario, los datos de calidad de aire muestran que «los niveles de material particulado se mantienen dentro de valores de referencia".

Sin embargo, los residentes de la zona y las organizaciones ecologistas no están de acuerdo con esta versión. "Desde que Petronor abrió la nueva planta de coque en 2013, la cantidad de emisiones de este tipo ha sido mayor", aclara Sara Ibañez, presidenta de la asociación Meatzaldea Bizirik. "Sabemos que los medidores de San Julián y Abanto registraban picos altos de benzeno la noche del viernes al sábado".

"Hay días en los que las casas amanecen cubiertas de polvo aceitoso y algún vecino ha encontrado espuma azul en los alrededores", detalla Ibañez. La presidenta considera que es un paso positivo que la empresa haya reconocido el vertido, pero pide que se comprometan a limpiar la zona. "Los residentes tienen que quitar ellos mismos el polvo de coque. El carbón de petróleo es un material tóxico que al respirarlo es perjudicial".